El sumiso es un esclavo alemán que no era bueno. Es por eso que su dominatriz tiene que tomar medidas enérgicas y mostrarle al hombre sumiso quién es el jefe. Por este motivo, la amante alemana le da una palmada en el culo al hombre hasta dejarlo todo adolorido y enrojecido. La esposa dominante no solo usa su mano, sino también un palo y otros objetos sucios con los que puede hacer que un esclavo sea obediente.
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